Lo mejor de 2012

La cosa es graciosa, pero yo ya empiezo a mosquearme. No dejo de ver muchos títulos de 2011 en las listas de lo mejor de 2012, principalmente, porque no se han estrenado hasta este año y, claro, aquí es el follón mental que se monta uno cuando ha visto ciertas películas en su año de edición (bien descargada o en algún festival), y no en su estreno real en el país, España en cuestión. Así, entonces, podría perfectamente elaborarme dos listas bien diferentes de los mejores cinco títulos, que dentro de lo poco que este año he podido ver, desgraciadamente, son para mí. Rigiéndome expresamente a lo producido y editado este año, la lista -sorprende ese título español en primer lugar, pero es así de rotundo- sería la siguiente:

“El mundo es nuestro” de Alfonso Sánchez. Una película que te hará reír hasta quebrarte por su inteligencia y acidez con la que su historia cuenta. Dos ladrones, El ‘Cabesa’ y el ‘Culebra’, un hombre que se quiere inmolar, el de la tarjeta del paro, los mafiosos… juntos todos para confeccionar una grata y triste realidad.

“Looper” de Rian Johnson. En el 2072 los asesinatos estarán terminantemente prohibidos, las víctimas serán enviadas a través de una máquina del tiempo al pasado (2042), donde los Loopers, un grupo de asesinos a sueldo, se encargan de eliminarlas y deshacerse rápidamente de sus cuerpos. Una bonita y muy entretenida historia de ciencia ficción, donde no todo es destacable, pero sí muy disfrutable y recomendable.

 “Chronicle” de Josh Trank. Otra de las grandes e inesperadas sorpresas para mí. Es fácil cuando siempre has soñado con tener superpoderes sin ser ningún superhéroe famoso. La cinta de Trank cuenta como tres jóvenes amigos de Portland se ven expuestos a una misteriosa sustancia en un bosque y, como resultado, empiezan a desarrollar increíbles poderes como mover objetos e incluso volar. Entonces deciden trabajar juntos para perfeccionar sus habilidades, pero la dificultad para controlar tan tentadores poderes les creará una serie de problemas personales. Problemas muy entretenidos.

“Cosmopolis” de David Cronenberg. Director que había metido en el baúl de los recuerdos por meritos propios suyos y que con esta adaptación de la obra de Don DeLillo –y de mismo nombre-, donde el capitalismo está a punto de extinguirse, y por la forma en la que el canadiense la ha contado, rescato de nuevo del lugar donde lo había almacenado.

No tengo quinta, porque el resto, como he dicho, no son de 2012. Pero veamos la otra lista, la de los estrenos hechos en este año que ya se acaba, y en la que encontramos algunas curiosidades, como la española “El mundo es nuestro”, que sigue estando arriba y, la impactante, conmovedora y especial “Declaración de guerra”.

“Declaración de guerra”  de Valérie Donzelli. Una pareja, Roméo y Juliette. Un niño, Adam. Un combate, la enfermedad. Y, sobre todo, una gran historia de amor, la suya… En serio, imperdible. Emocionante es poco. Hablar sobre ella es hacerte perder el tiempo que debes gastar en verla.

“Extraterrestre” de Nacho Vigalondo. Director al que se le debería de dar más bombo y credibilidad a sus obras, aunque estas sean para no creérselas, porque ya lo ha demostrado en uno de sus cortometrajes, “7:35 de la mañana” y  con sus dos películas: “Los cronocrímenes” y ésta. “Extraterrestre”, donde sus protagonistas, Julia y Julio, no se conocen, despiertan en la misma cama, después de una borrachera de la que no recuerdan nada. Él se enamorará al instante; ella, no. En esta incómoda situación, se enteran de que no pueden salir de casa porque un gigantesco OVNI flota sobre la ciudad. Como pelotas de tenis las tiene este Señor, jaja.

 “Lovely Molly” de Eduardo Sánchez (El proyecto de la bruja de Blair). Película que mezcla excelentemente el terror con el drama psicológico y un poquito de situaciones sobrenaturales, de forma que te atrapa y hiere como a la propia protagonista. Música de Tortoise y guión de Eduardo Sánchez y Jamie Nash que hacen de este trabajo un fascinante reencuentro con su director.

“Shame” de Steve McQueen. Por Fassbender, su estética, narración y resultado, “Shame” es otro de los trabajo de gran interés que este año ha podido verse. La película narra como Brandon (Michael Fassbender) es un apuesto treintañero neoyorquino con serios problemas para controlar y disfrutar de su agitada vida sexual. Obsesionado con el sexo, Brandon se pasa el día viendo páginas pornográficas, contratando prostitutas y manteniendo relaciones esporádicas con solteras de Manhattan. Pero un día aparece su hermana menor Sissy (Carey Mulligan) en casa sin avisar…