A Field in England (2013)

Bajo los efectos de los alucinógenos nunca será real lo que se percibe. Nunca palparás con total nitidez lo que se cruza ante tus ojos. El estado mental después de ingerir ciertos tipos de sustancias hace que la mente trabaje a otro ritmo, que te haga confundir situaciones, comentarios… pero también te ayuda a no sentir la pesadez de tu cuerpo, que se ha ido flotando a otro lugar, dejando así tu alma libre de cargas y a total disposición de la imaginación. Entonces, es cuando puedes estar en varias habitaciones actuando a la vez, haciendo cosas que crees no haber hecho una vez que te miras en el presente y visualizas el pasado, o, simplemente, volar como las mariposas, sin hacer ruido ninguno y viendo la vida brotar entre grises y fuertes colores que inundan tu ser.

El último trabajo del inglés Ben Weathley hasta el momento es lo más arriesgado y experimental que ha hecho. Nada que ver con Kill List, Sightseers (Turistas) o Down Terrance. Con cuatro duros (rodada en 12 días y con 300.000 libras) y cinco personajes, se inventa una historia en blanco y negro que te llevará, porque está claro que debes de subirte al carro de la extraña narración y sujetarte bien fuerte a ella y esperar para ver donde te llevará -con una propuesta tan inquietante como ésta, como para no hacerlo-, o hasta que el espectador vea oportuno. Sin aparente sintonía entre sí, concordancia o  estructura argumental alguna, vemos pasar los minutos ante nuestros ojos, cada vez más débiles y expuestos a la sobredosis de un olor que rezuma en nuestros pies, y nuestro cuerpo, que con  el paso del metraje y las vivencias de nuestros protagonistas, se alejará más de una realidad que parece ser, dejó de existir tiempo atrás.

A field en England se desarrolla en la Guerra Civil. Nuestro nuevos amigos, que nos conducirán hasta la tierra de la libertad fílmica, tropiezan con un alquimista quien les propone encontrar un tesoro oculto en un campo no “demasiado” lejos de donde se encuentran. El problema reside en que el tesoro puede no ser tal tesoro y las misteriosas energías que rodean la campiña comienzan a hacer mella en la moral y la cordura del grupo.

Con esta simple premisa, caminaremos y caminaremos durante largos minutos, pero ese tesoro no tesoro, echará a andar mucho antes de que nosotros nos demos cuenta y para entonces, Weathley nos habrá disparado infinidad de veces hasta hacernos caer expuestos a cualquier muerta digna del mejor final enfermizo y bizarro. Y es que no es hasta pasada la mitad de la cinta, si seguías subido al carro, cuando empezamos a darnos cuenta de que somos uno más de estos guerrilleros en busca también de una cerveza que nunca llegará, pero lo más grave, es que seremos participes también de terribles y trágicos sucesos perjudiciales para la mente.

Weathley, en el tramo final, principalmente, hace un despliegue en plan animal de cualidades cinematográficas como cualquier maestro de este arte, seduciéndonos con un poderío visual y sonoro apabullante, e impregnándonos más aún, de la alucinante y malsana droga que baña todo su trabajo de principio a fin. Más entendible o no (eso cada uno se la masca como sepa o quiera), esta propuesta inclasificable es tan bella como arriesgada. Tan enigmática como sugerente. A Field en England no se anda con medias tintas y tienta a todo espectador a un viaje hasta ahora desconocido y terriblemente seductor.

Quedarse congelado unos segundos sin previo aviso, como si de un retrato se tratara. Morir, renacer, gritar, matar, buscar… Todo un batiburrillo que a mí personalmente, me ha agradado y seducido.

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My Winnipeg (2007)

My Winnipeg

País: Canadá

Año: 2007

Duración: 80 min

Dirección: Guy Maddin

Guión: Guy Maddin & George Toles

Reparto: Ann Savage, Louis Negin, Amy Stewart, Stacy Fehr, Brenda Cade, Wesley Cade

 

 

 

 

 

 

Si mezclas tus sueños más extravagantes, con tus situaciones más surrealistas de la vida real, y a eso le añades altas dosis de imaginación, es posible que te encuentres con algo parecido a My Winnipeg. Una película onírica, experimental, en blanco y negro prácticamente en su totalidad, destellos de animación y una narrativa que podemos partir en tres, excelente y asombrosa.

Guy Maddin director canadiense y autor de esta película es considerado por muchos (quienes conocen su cine) como un cineasta encargado de crear y experimentar a su manera, con imágenes, sueños, ficción, no-ficción, recuerdos, y la propia autobiografía en este caso, de uno mismo. My Winnipeg y según las palabras del mismo Maddin, es una “docufantasía” que sigue el rastro de Winnipeg, la capital de Manitoba (Canadá) donde ha permanecido toda su vida.

My Winnipeg está divida en tres partes narrativas, como he apuntado anteriormente, pero contadas todas al mismo tiempo. La propia mirada subjetiva del director, historias de su ciudad y momentos de su infancia en el hogar y fuera de él. Un cuento que arranca con el fuerte y estridente pitido del tren que comienza a marchar bajo la nieve, y el fuerte frío que azota la ciudad para alejarse cuanto más mejor, de esta ciudad tan helada y llena de sonámbulos. Esa subjetiva mirada del propio realizador y su increíble voz, nos relata desde uno de los asfixiantes vagones del tren las ganas o no ganas, pero tarea imposible, de alejarse de la que es su ciudad de toda la vida, y de la que jamás ha salido. No puedo decir que sean los mejores momentos de la película, pero si, secuencias cargadas del cine más experimental que se hace en la actualidad.

A la vez que somos testigos de ésta sufrible y angustiosa situación por salir de Winnipeg, Guy Maddin nos va ofreciendo pasajes de su ciudad y algunos de los momentos más críticos de ésta. Como el asombroso, increíble y estrafalario suceso en el hipódromo, y el final de sus caballos, o, la destrucción del parque de atracciones a manos de los bisontes. Sin palabras. Dos momentos que uno se queda atónito, tanto por lo que acaba de ver, como por la manera tan formidable que tiene su director de mostrárnosla.

Y sobre esa tercera parte narrativa y así, terminar con este heterogéneo argumento que os contaba. Maddin recrea su infancia y adolescencia con actores contratados para que hagan de él y de su familia por unos instantes, llegando a entremezclar segmentos de home movies, con situaciones burlescas y disparatadas. Al final todo viene a ser una síntesis de imágenes y momentos inverosímiles, difíciles de olvidar y utópicos no contar.

My Winnipeg es mi primera incursión, pero no la última, en el cine de este canadiense tan especial por su cine, como por su manera de contar y tratar las cosas. Cine experimental de clase alta, un mundo de sueños antes visitados, y general, un cine cien por cien recomendable a gente que le guste que experimenten con su mente, que la maltraten, que jueguen con ella hasta cotas insospechables, pero sobre todo, recomendado a esa gente con ganas de ver un cine totalmente diferente, cine de verdad, cine puro como antes. Una pasada amigos/as.

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My Winnipeg web

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La Jetée (1962)

La Jetée

País: Francia

Año: 1962

Duración: 28 min

Dirección y Guión: Chris Marker

Reparto: Hélène Chatelaine, Davos Hanich, Jaues Ledoux

 

 

 

 

 

Como me sucede con esta película de la que voy a hablar enseguida, me sucede con la mayoría de películas que compro o consigo por nuestro querido Internet. No tengo tiempo! suficiente como para verlo todo y menos, cuando a mí me apetezca. Es una colección muy amplia, pero que poco a poco voy pudiendo saborearla, como si de un buen vaso de Ginebra acompañado de Sweepps de limón, se tratara.

Una de mis compras de mitad de 2009, fue un gran y magnífico pack del director francés Chris Marker, titulado; obras INcompletas. Dicho pack contiene cuatro dvds que están divididos en varios dvds. Dvd 1: La Jetée, Recuerdos del porvenir y las variaciones Marker. Dvd 2 Sin sol.  Dvd 3: El Último Bolchevique Y  Dvd 4: La Felicidad (Aleksandr Ivanvich Medvedkin). A todo esto, hay que sumarle un libreto de cuarenta páginas con textos del propio Marker, Isaki Lacuesta y muchas más cosas. Pero bueno, esto no es lo que importa, pero es que quería que supierais por donde van los tiros con los packs de cine de autor.

Os voy hablar de La Jetée, un mediometraje de tan solo veinte y ocho minutos en blanco y negro y realizado exclusivamente a través de fotos fijas.

La Jetée, cuenta como el mundo está en ruinas tras una apocalíptica guerra nuclear. Un grupo de científicos del bando vencedor cree que el único modo de salvar a la humanidad es a través de los viajes en el tiempo, de mandar a una persona al pasado para… ¿pedir ayuda?, o al futuro para buscar una solución a la situación presente. El elegido para realizar el viaje a través del tiempo es un prisionero…

Mediometraje o pieza de corte experimental sobre el poder de la memoria, que como he dicho antes, está contada exclusivamente a través de fotos fijas, en la que un hombre trata de reconstruir el recuerdo de su amada, en tiempos de la Tercera Guerra Mundial.

Chris Marker y su muelle (La Jetée), te deja tocado y hundido tras apenas media hora de voz en off , cargado de increíbles y asombrosas imágenes. Instantáneas que van reconstruyendo una genial y muy singular historia de amor, y la destrucción de lo que conocemos por humanidad. Francamente, La Jetée, como podemos ver en su contenido, es un auténtico viaje plagado de incertidumbre, caos, alucinaciones, experimentos y amor. Chris Marker demuestra con total maestría, lo que puede dar de si muy poquitos medios y una cabeza inquieta y deslumbrante como la suya. Si queréis experimentar vosotros mismos, lo que el muelle expone, no esperéis más. Seguro que los amantes del cine experimental, babearán por verla.

En serio, su propuesta es tan enardecedora y visualmente seductora. Que sería toda una irreverencia morir sin verla. Os dejo unas líneas de este extraordinario viaje, calificado de culto dentro de la ciencia-ficción francesa.

La violenta escena que le atormentaba, y cuyo significado comprendería años más tarde, ocurrió en muelle de Orly, algunos años antes del comienzo de la Tercera Guerra Mundial. Los domingos, en Orly, los padres llevaban a sus hijos a ver el despegue de los aviones. Ese domingo en particular, el niño cuya historia vamos a contar estaba destinado a recordar la visión de un sol congelado, el paisaje del fondo del muelle, y el rostro de una mujer. Nada distingue los recuerdos de los momentos corrientes: no se descubren hasta más tarde, por sus cicatrices.

El futuro estaba mejor protegido que el pasado. Después de agotadoras pruebas, entró en contacto con el futuro. Atravesó un planeta transformado, un París reconstruido, diez mil avenidas incomprensibles. Le esperaban otros hombres. El encuentro fue breve. Evidentemente, rechazaban la escoria de otros tiempos. El pronunció su discurso. Puesto que la humanidad habría sobrevivido, no podía negarle a sus porpio pasado los medios de supervivencia. Este sofisma fue aceptado como un del destino. Le dieron una central de energía suficiente para volver a poner en marcha tola industria humana, y las puertas del futuro se volvieron a cerrar.

Nota: Terry Gilliam se basó en esta obra para su “12 monos”.

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La Jetée en wikipedia

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Begotten (1991)

Begotten

País: Usa

Año: 1991

Duración: 78 min

Director: Edmund Elias Merhige

Guión: Edmund Elias Merhige

Reparto: Brian Salzburg, Donna Dempsey, Charles Barry

 

 

 

 

 

 

 

Es mucho tiempo el que tenía esta película guardada entre mi colección. La he mantenido como el resto, muy bien guardada y cuidada, pero desde ahora, he decidido meterla entre paños de oro, porque os aseguro, que no merece otro sitio que no sea ese. Y por supuesto, voy a ir buscándola para añadirla a mi dvdteca, cueste lo que cueste.

Quisiera aclarar dos cosas antes de seguir, para que nadie se asuste y sepa muy bien si decide de verla, con lo que se puede encontrar. Estamos ante una auténtica pieza de culto, de cine experimental llevado a su extremo y por supuesto, del cine más bizarro, visceral, magnífico, extraordinario y violento, que mis ojos han visto.

Begotten es una película solamente apta para gente amante del arte abstracto, para inconformistas, para esos que buscan un cine totalmente diferente. Un cine fuera y muy lejos, de todo lo que os podáis imaginar. Se me vienen rápidamente a la cabeza, clásicos como Erasaerhead de David Lynch y Tetsuo de Shinya Tsukamoto, qué son dos clarísimo ejemplos de cine experimental y bizarro. Pero ni estas tan siquiera, se acercan a Begotten. Esta cinta va mucho más allá.

Y la otra aclaración, para que todo quede bien plasmado y os lo digo en serio, no quiero ser vuestro profesor, sólo un mero comunicador o intermediario, de lo que es un viaje a una experiencia jamás antes vivida. Es aclararos (para quien no lo tenga muy fresco) por si se escapan algunos términos, lo que es cine experimental y lo qué es cine bizarro. No quiero crear precedente ninguno, ni tomar a nadie por lo que no es, pero antes de contaros de que va la trama (eso es otra), quisiera dejarlo bien claro todo (hace falta).

El cine experimental es aquel que utiliza un medio de expresión más artístico, rompiendo las barreras del lenguaje audiovisual y del cine narrativo estrictamente estructurado y utilizando los recursos para expresar y hacer sentir emociones, experiencias, sentimientos, con un valor muy estético y muy artístico, utiliza efectos plásticos o rítmicos, ligados a al tratamiento de la imagen o el sonido.

Y luego, nos encontramos con el cine bizarro, qué es un subgénero cinematográfico sin  una definición precisa para este género. La palabra bizarro, en este contexto, proviene de la palabra en inglés y francés bizarre que significa raro, extravagante, insólito, es decir, un amigo ficticio .

¿Preparados para el viaje más salvaje, extremo, brutal y apocalíptico de vuestra vida?, cinematográficamente hablando. Solamente os doy el billete de ida, el único que os puedo asegurar. Abróchense los cinturones, el vuelo se presenta muy excitante.

Begotten (1991), está escrita, dirigida, producida y fotografiada (increíble, sobresaliente, no hay palabras) por Edmund Elias Merhige. Director de la exquisita y maravillosa, la Sombra del Vampiro (Shadow Of Vampire, 2000), protagonizada por William Dafoe. Y si con todo esto, ya os veis capacitados, dispuestos y con ganas de meternos en materia, os animo a que le deis al play. Nos situaremos en una cabaña en ruinas, donde no encontraremos a el Dios que se mata a sí mismo y vomita sangre al tiempo que se secciona el estomago con una navaja. Tras una larga agonía de convulsiones y excremento, la Madre Tierra emerge del cadáver, puta y virgen como todas las mujeres, para fecundarse con el semen del Dios muerto. El fruto de esta unión-incesto es el Hijo de la Tierra – Carne y Hueso, un ser indefenso que se estremece incontrolablemente y que es hallado en medio del lodo por cuatro nómadas que lo atan y lo golpean sin misericordia. La Madre interviene para ayudarlo, pero es violada, tras lo cual ella y su hijo son descuartizados por los miembros de la tribu, mientras el ciclo de vida y muerte de la naturaleza prosigue inalterable.

Begotten argumentalmente puede entenderse y digo puede entenderse, porque cada uno será libre de pensar lo que quiera. Como una interpretación sobre el ciclo de la creación, muerte y regeneración del mundo, que llevamos a cabo, humanos, naturaleza y lo que quiera haber más.

La solidez de la película está reflejada claramente por dos largas y configuradas  secuencias, la primera “el nacimiento” donde algo que podemos describir o reconocer como Dios, da a luz de sus entrañas al ser humano, para dar paso a “la vida” en donde el hombre es angustiado por ideogramas. Olvidaros de bandas sonoras o diálogos algunos, todo es sonido ambiente, es decir, qué todo lo que se oye es lo que ocurre.
Su hora y doce minutos son un largo y extenuado viaje a tiempo real, a excepción del embarazo, claro, por paisajes y estados mentales como la propia película matiza con ese blanco y negro. Los únicos e impactantes colores, qué están sobreexpuestos, con fabulosas pinceladas de negativos en superposición y un granulado, incluso, perjudicial para la vista. Increíble

Begotten es muy dura, con un lenguaje cinematográfico muy complicado, inclasificable, extraña y llena de morbosidad. Begotten es lo máximo en lo que ha cine experimental y bizarro se refiere. Yo no había visto cosa igual antes y soy de esas personas que no tienen problemas para ver cualquier película, buscando siempre la originalidad, el cine diferente, el cine que me aporte cosas nuevas, el cine raro, para ser más claro y, siempre en busca de mi felicidad mental.

Tengo que decir, qué lo he conseguido. Begotten os puede gustar mucho o perfectamente, si no la quitáis antes, odiarla a las primeras de cambio. Begotten es única. Begotten es una obra maestra. Begotten es pura poesía macabra.

Notas interesantes sobre la película

La película le llevó a Merhige, cuatro y duros años de trabajo y elaboración

La película trata en gran medida con la religión y la historia bíblica de la creación de la tierra. pero, como reveló Merhige su principal inspiración fue una experiencia cerca de la muerte que había cuando tenía 19 años, después de un accidente automovilístico. El vídeo se muestra ningún diálogo, sino que utiliza dura e intransigente imágenes de dolor humano y sufrimiento a decir su historia.

Merhige dice que por cada minuto de película original, le llevó hasta 10 horas para re fotografiar el aspecto deseado.

P.D: Si os interesa mucho mucho, la puedo pasar a archivos rapidshrae para descargarla.

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Performance – Drogas, sexo y psicodélia –

Dando una pequeña vuelta, me encuentro con esta película tan interesante a priori, que sale en dvd el 24 de Noviembre (en dos días). Leo la sinopsis y unas cuantas anécdotas sobre ella y me deja un gran sabor de boca.

Posterirormente, sigo ibuscando  más y más, y nuevamente, encuentro cosas que me empiezan a decir,  davidgore, esta película tienes que comprarla. Y así será amgos/as. Ya tengo el primer regalo para Navidad anotado en la lista.

La historia de Performance cuenta como un un violento ganster llamado Chas (James Fox), decide esconderse de sus enemigos, en la casa del que fue una vez una mega-estrella del rock, el misterioso Turner (Mick Jagger).
Allí conoce entre otros curiosos personajes, a las dos amantes de Turner.
Chas descubre, gracias a Turner, un psicodélico mundo lleno de drogas, juegos perversos, sexo liberal, música underground, y el cariño a la muerte y al suicidio…

Performance es una película de culto, dirigida por Nicholas Roeg y Donald Cammel. Un proyecto reivindicativo y critico sobre la sociedad británica de finales de los 60. Psicodélico donde los haya y lleno de estilismo experimental.

 

19ª Semana de cine experimental de Madrid

Para todos esos amantes al cine, pero esta vez, un cine algo diferente a lo acostumbrado, incluso, para la gente que está fuera de cualqueir alquetipo.  Tenemos una cita muy importante en la Capital del país. Desde ayer, 19 de Noviembre y hasta el 27 de Noviembre. Podemos (quien se pueda pasar) disfrutar de la Semana de cine experimental de Madrid.

Una oportunidad única para ver cortometrajes realemnte interesantes venido de paises como Colombia, España, Francia, Usa, Reino Unido, Autria, Croacia, Alemania, etc…

También habrá a lo largo de la semana. Retrospectivas de Lisandro Alonso, Alexandre Kluge o Carlos Santa, por nombrar algunos.

Ciclos de Directores Japoneses, sobre el cine de Taiwán, cortos realizados con móvil, etc…

Y cómo no, escuelas de cine, talleres y exposiciones.

Una increíble y esperanzadora propuesta para este género cinematografico, que estos días en Madrid, vive su mayor explendor.

Para mayor información relacionada con el festival, aquí os dejo su enlace.

19ª semana de cine experimental de Madrid

 

Ecstasy in Berlin, 1926 – Perversión y erotismo –

Berlín, a mediados de los locos años 20… Una joven se inyecta morfina y se sumerge en un profundo viaje hacia sus más perversos y eróticos deseos. Ella es la perfecta encarnación de la belleza en la República de Weimar y sueña con ser encorsetada, azotada, atada y dominada por mujeres poderosas. Un guante blanco que, apretando su garganta, enfatiza su vulnerabilidad. Una bella mujer acercando sus labios y un carrusel de experiencias exóticas se suceden cuanto más completa es su sumisión. Escenas llenas de sensualidad e intensidad sexual que muestran el delirio abrasador de la obsesión.
La directora americana Maria Beatty nos descubre con su personal estilo un universo de lencería y fetichismo femenino envuelto en un halo de decadencia deliciosa. Fotografía pornográfica vintage en movimiento con una asombrosa dirección de arte. Una película perfecta para romper con los tópicos que han hecho del BDSM algo injustamente oscuro y sucio.

EE.UU. 2004

45 minutos

Maria Beatty

Sin diálogo

 

Amer – Un Giallo experimental, violento, sensual… –

Amer, dentro del apartado Nuevas Visiones del Festival de Sitges, concretamente, dentro del apartado «Discovery» es el debut en el largometraje de Hélène Cattet y Bruno Forzani. Se dice que es una película de sensaciones, un relato vital narrado a través de la exacerbación de los sentidos.

Se erige como uno de los homenajes más hermosos y sorprendentes a un subgénero, el giallo que, aunque en los últimos tiempos se haya prácticamente diluido, en esta ocasión hunde sus raíces en sus orígenes setenteros para ofrecernos una muestra en estado puro que es a la vez tan original como copia de los presupuestos estéticos sobre los que se asentaban las bases constitutivas de esta particular manera de rodar cine

Una impostura visual que nos remite a los mayores maestros del género, Sergio Martino, Mario Bava, Lucio Fulci y Dario Argento, como he dicho anteiormente (aunque también se intuyan ecos que nos acercan al surrealismo de Buñuel o a la fuerza expresiva de Antonioni) y un experimento formal avasallador, una cult movie de inmediato regocijo para los aficionados.

 

 

 

 

 

Sinopsis:

El deseo siempre ha ido vinculado a la mirada. Y el cine también. Eso lo sabía muy bien Luis Buñuel cuando filmó el corte de una navaja sobre un ojo en plano detalle. Hélène Cattet y Bruno Forzani recuperan esta imagen en una película de corte experimental y factura impoluta. Alguien observa a una niña a través de la cerradura de una puerta. El viento levanta tenuemente la falda de una mujer bajo la mirada de un grupo de hombres. La fantasía de un vestido que se desgarra. Compuesta por fragmentos –de ojos, luces, sombras, gestos— y sin diálogos, Amer se adentra en la vida de Ana, a camino siempre entre lo real y lo imaginario. Un filme de sensaciones, filmadas siempre a flor de piel.

Sobre sus directores:

Nacieron en 1976 y se conocieron en Bruselas, donde co-dirigieron y produjeron cortometrajes financiados de su propio bolsillo. Filmografía seleccionada: Chambre Jaune (02, presentado en Sitges) y Santos Palace (06). Amer es su primer largo.

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Del éxtasis al arrebato (1957-2005)

Del Éxtasis Al Arrebato. 50 años del otro cine español es el nombre de la muestra ititnerante,  que presentará una antología del cine experimetnal español desde finales de los años 50 hasta la actualidad. La retrospectiva se divide en seis programas temáticos, en total 43 filmes que se proyectarán en 35mm y Betacam, todos ellos en copias nuevas y/o restaruradas.

La lista de autores que recoge la muestra es impresionante: representantes de los inicios en los años 50 (José Val del Omar, Joaquim Puigvert y Eugenio Granell), los 70 (Carles Santos, Javier Aguirre, Eugeni Bonet, José Antonio Sistiaga e Iván Zulueta) y las generaciones más jóvenes de finales de los 90 en adelante (David Domingo, Oriol Sánchez o Laida Lertxundi).

La retrospectiva irá acompañada de la edición de un catálogo en 2 DVDs con 31 de los filmes de la muestra, y un libreto de 160 páginas.  La publicación ha ido a cargo de Cameo que desde el 7 de Octubre está ya a la venta.

 

Cine Experimental – Ciclo sobre Robert Beavers –

Susan Oxtoby dice que las películas de  Robert Beavers son excepcionales por  su belleza visual, la textura auditiva, y la profundidad de expresión emocional…. Las películas de Beavers ocupan un lugar noble dentro de la historia del cine  de vanguardia, colocada en la intersección de tradiciones de rodaje estructurales y líricas. Parece incorporar los ideales del Renacimiento en su fascinación con la percepción, la psicología, la literatura, la expresión natural mundial, arquitectónica espacial, musical, y la belleza estética. El acto de hacer cosas a mano es central el cine de Robert Beavers a  las nociones de autoreflexividad y retrato.

Relacionado este articulo, con el ciclo de cine My Hand Outstretched to the Winged Distance and Sightless Measure– organizado por The Pacific Film Archive y a dos banda ayudados por San Francisco Cinematheque y SFMOMA.